Breves notas eclesiásticas (que no eclesiales)
Eduardo de la Serna
Recientemente el Papa ha nombrado a Juan Barros nuevo
obispo de Osorno (Chile). El elegido es uno de los “amigos” de Fernando Karadima.
Condenado de por vida por “la Iglesia” por sus casos de pederastia (no por su
amistad con Pinochet). Karadima consiguió algunos “nombramientos episcopales” y
la no condena del entonces cardenal Francisco Javier Errázuriz. Hoy Errázuriz
es uno de los “cardenales amigos” del Papa Francisco, escogido como “parte
latinoamericana” del grupo de los Ocho. Su sucesor es Ricardo Ezzati sdb, “del palo”
de Errázuriz. La repercusión del nombramiento fue muy negativa. Muchos curas no
fueron a la “toma de posesión”, muy pocos obispos, incluso Ezzati “faltó”, pero
no logró despegarse del nombramiento. El obispo Barros se reunió con el Papa
Francisco y el nombramiento siguió adelante…
Recientemente, el mismo cardenal Ezzati acaba de
expulsar de la Universidad Católica al conocido teólogo Jorge Costadoat sj.
Para empezar, vaya mi solidaridad con Jorge. Quedar bien con los poderosos es
algo frecuente en muchos en el episcopado. Evidentemente hay muchos que son
pastores con olor a oveja, pero ¡¡¡oveja al horno!!!
En
febrero de 2016 se cumplen 50 años del asesinato
del cura colombiano Camilo Torres. Presentarlo como un “guerrillero”
así,
nomás, es tan pobre como caricaturesco y tendencioso. Basta googlear un
poco
para ver la trayectoria y compromiso social de Camilo. Y conocer un poco
la
realidad de Colombia para entender mejor. Llama la atención que el
arzobispado
de Cali ha propuesto para esa fecha un año dedicado a la persona de
Camilo Torres. El resto del Episcopado colombiano, ¿acompañará?
El episcopado argentino, y la comisión Justicia y
Paz– como lo hemos dicho como grupo de Curas en Opción por los pobres – siguen en
silencio con motivo de los actos conmemorativos por los 39 años del golpe
cívico – eclesiástico - periodístico –
militar del 24 de marzo de 1976. Obviamente su silencio no hace sino invitarnos
indudablemente a estar convencidos que la “Justicia y la Paz” realmente no les
interesa.
El reconocimiento del martirio de monseñor Romero
fue anunciado al mismo tiempo que el reconocimiento del martirio de tres curas
por el grupo terrorista Sendero Luminoso: Michal
Tomaszek (Polonia, 1960) y Zbigniew Strazalkowski,(Polonia, 1958), sacerdotes
profesos de la Orden de los Hermanos Menores Conventuales y Alessandro Dordi
(Italia 1931). De ninguna manera pongo en duda ni el martirio ni el carácter terrorista
de Sendero Luminoso, simplemente me pregunto por la oportunidad de la
comunicación. Señalar que «reconocemos los martirios de estos tres por un lado
y de este por el otro» puede tener un “ligero tufillo” a “teoría de los dos
demonios”. Y eso no me alegra.
En
fin, sospecho que el anhelado “cambio en la Iglesia”, la “conversión pastoral”
y demás cosas en mucho todavía no es sino cosmético.
Foto tomada de Taringa.net
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