La patria devastada
Eduardo de la Serna
Con su anual desatino, el
presidente de la siempre patética sociedad Rural Argentina habló de la “década devastada”. Dada su proverbial mediocridad
– además de lo delictual de sus acciones habituales, de las que lo menos importante
es tener desde 1976 (lindo año, ¿no?) personas bajo servidumbre – nada de su
discurso trascendió salvo esta frase.
La década devastada es esa que
les va tan, pero tan mal al “campo” (“l’état c’est moi”, ¿no, don Etchevehere?)
que se dan el lujo de no vender el producto de la cosecha para especular con
los precios. Casi tan pobres como la ciudad de buenos Aires que si no hubiera
aumentado los peajes un 200% en un año (“como la inflación”, ¿no, Mauri?; ahora
1.700% desde el 2007, ¿no es un poco mucho?) no podrían pagar deshacer los
boulevares de Cabildo que tanto costaron antes de inaugurarlos para hacer allí un
pseudo-metrobus. En fin. La cosa es que es tan devastada la patria y la década
que ya estamos en default. ¡Al fin una buena noticia! Claro que esto de que el
gobierno negocie sin ceder ni un poquito es bastante molesto. Eso de hacer de
esto algo de “soberanía”, como eso de
compararlo con Braden es evidentemente una “malvinización”.
Que es una manera de decir que Cristina y Galtieri son un solo corazón.
Y entre tanto, para no perder la
costumbre, el que no muestra el contrato de su “Astización” (digo, si se lo
compara con Malvinas, ¿no fue Astiz el que se entregó sin combatir? Porque eso
de tener un analfabeto para que
consiga publicidades del conurbano, después asociarse con Matta para sostener “Crítica”,
y ahora vivir magnettizado se parece bastante a lo de Astiz, ¿no? ¡Cómo te
gusta la guita, che! Pero bueno, por eso fuiste a la embajada yanqui a pedir
apoyo… la cosa es que el que no muestra el contrato acusa a otro de no
mostrarlo, total, la cosa es ensuciarlo. Eso de que haya gente digna es
demasiado desagradable.
Y sus colegas del medio hablando
de Malvinas, del default, entrevistando a Artana, Broda, Cavallo
(¡Ca-va-llo!!!), Llach, Marx (más parecido a Groucho que a Carlitos), Espert
(que vendió la “o”), por no hablar del gracioso que le escribe una “carta a Mister Thomas Griesa” (¿te
acordás cuando eras P.C.?) y tantos otros que estaban calladitos, calladitos. Y
su círculo de políticos rehenes hablando de que “hay que hacer lo que diga Griesa”, como dijo Mauri y a coro repiten
Massa, Carrió, Sanz y tantos “simpáticos inoperantes”. Y los buitres vuelan en
círculo, y las vinchucas pretenden cagarnos.
Y simplemente me pregunto: si
estos señoritos son tan dóciles a hacer lo que Griesa diga y lo que decida el
C.E.O., ¿a quién van a defender cuando sean gobierno, como pretenden? Válgame
Dios. Nos tocará ver por 2 años (porque ese es el plazo) maravillas en las primeras
planas que por fin se decidirán a comunicar “buenas noticias”, a escuchar al “campo” hablar de que “de todas maneras
no nos alcanza”, al presidente de los EEUU (el que los USA) felicitarlos por
romper con esa porquería de la Unasur y Mercosur, y al fin haber vuelto al “mundo”, y escuchar a los
empresarios decir que “el dólar no está bien valuado”. Los gremios, salvo
aquellos cuyos dirigentes hayan “arreglado” (los dirigentes, no los
trabajadores) oirán hablar de las paritarias por los libros de historia, y los
niños y los jubilados recordarán que hubo una década donde alguien se acordó de
ellos. Ah, y los científicos pedirán subsidio para el detergente, porque el lavado
de platos está cada vez más caro.
Tiene razón el “campo”, hay una década devastada. La de los
90. ¡Y cuanto esfuerzo hacen ellos y sus cómplices para que vuelva!, ¿no?
Dibujo tomado de www.arnedo.com
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