La compasión mueve a Jesús a alimentar
a las multitudes.
DOMINGO DECIMOCTAVO - "A"
DOMINGO DECIMOCTAVO - "A"
3 de agosto
Eduardo de
la Serna
Resumen: a un grupo del pueblo en situación de angustia y opresión por encontrarse en el exilio el profeta les anuncia la renovación de la alianza en amor y fidelidad comprometiéndose con su vida amenazada.
Si bien es bastante debatido hoy en día la
existencia de un gran profeta al que se conocía como “Segundo Isaías” [cuya
obra se encuentra en los caps. 40 – 55 del libro del profeta Isaías] y muchos
prefieren ver aquí una obra colectiva, se sigue sosteniendo, en general, que el
libro presenta palabras pronunciadas durante el exilio y ante la inminencia del
final del mismo (o primeros momentos del post-exilio). El mensaje de
liberación dirigido a aquellos que se encontraban en la situación de opresión
es ciertamente un grito de esperanza. Las personas en ese contexto son
obviamente pobres, oprimidos, sin dinero, y con hambre. El contexto económico, entonces,
del texto es sin duda esperanzador y no
conviene leerlo espiritualmente.
La sed es una temática frecuente en el ambiente del
desierto (Ex 17,3; Neh 9,15.20) y también en el asedio militar (Dt 28,48; Lam
4,4), incluso existen, en algunos poblados, vendedores de agua que vocean por
las calles o es frecuente que por la tarde las mujeres fueran a los pozos a
buscar agua para el día. Se utiliza también metafóricamente (“tierra sedienta”)
para referir a los lugares áridos (Dt 29,18; Is 44,3). En varios textos de este libro se hizo
referencia al agua (41,17; 43,20; 44,3; 48,21; 49,10). También se ha
encontrado en el libro referencias al banquete. Pero si en 25,6 el acento
estaba puesto en la calidad de los manjares, aquí el acento está puesto en la
gratuidad. Los verbos lo repiten con insistencia:
Los “que no tienen plata”, “sin plata y sin pagar”,
por qué “gastar dinero”, “(gastar) salario”… si v.1 insiste en lo gratuito, v.2
en el sinsentido de usar el jornal en lo que no alimenta (puede aludir al
dinero que no alcanza, a causa de la opresión o la inflación, o al pago
usurario o las tasas imperiales), lo cierto es que el acento está puesto en la
fiesta y la comida. El fin del versículo podría traducirse “escúchenme
escuchando” y lo que Dios quiere es que coman cosa buena (tôb), disfrutar algo sustancioso (con grasa) para la vida (néfes, vida, garganta, alma).
Inclinar el oído está en continuidad con lo que dijo
(“háganme caso”) y es lo principal a continuación (inclinar el oído, acudir a
mí, oigan y vivirá su néfes). Esta
vida, añorada y amenazada por los exiliados es ahora una nueva promesa de Dios,
una alianza reconfirmada (literalmente “cortada”, como se cortan los animales
con los que se “sella” la alianza amenazada por los buitres, cf. Gen 15,7-11).
Como aquella firmada con David (ciertamente dirigida a un pueblo que ya no
tiene rey por lo cual en este caso estamos ante una invitación a la esperanza). Pero es
la vieja alianza reformulada, precisamente; alianza cuya característica es el
amor (jésed) y la fidelidad (ne’eman) [cf. 2 Sam 7,15-16; Sal 89].
Sin embargo, precisamente esta imagen de la alianza,
que es calificada de “eterna”, del venir a Dios, del banquete ha de entenderse
en el sentido liberador del Dios que da la vida a su pueblo y a los exiliados,
a diferencia de los dioses de los otros pueblos – de Babilonia especialmente –
que dan la muerte. Esta vida está expresada en el banquete de la gratuidad.
Resumen: con una serie de preguntas retóricas que esperan respuesta negativa, Pablo señala que nada – y lo hace presentando listas de dificultades – nos puede separar del amor que Jesús nos tiene y que es manifestación visible del amor de Dios.
Con
un himno finaliza el cap. 8 de la carta a los Romanos. Formado por una larga
serie de preguntas retóricas que implican una respuesta negativa: ¿quién estará
contra nosotros? ¡Nadie! ¿Quién acusará? ¡Nadie! Entre estas preguntas se
encuentra el primer párrafo de la lectura de hoy: ¿quién podrá separarnos?
¡Nadie! Ni siquiera las situaciones conflictivas más duras (tribulaciones,
angustias, persecución, hambre, desnudez, peligros o espada). El contexto de
violencia de los conflictos recién mencionados invita a notar que hambre y
desnudez en este caso parecen entenderse como consecuencia de una invasión y
derrota militar. Ni siquiera estas situaciones de violencia extrema – a las que
somos sometidos por “la causa” de Dios / Jesús (la cita del salmo 44 está
omitida por la liturgia; obviamente el "Señor" del Salmo alude a Dios, mientras que la cita
en su contexto alude a Cristo) – nos pueden separar del amor que Cristo tiene
por nosotros (amor “de” Cristo es
subjetivo).
La
lista de dificultades es algo frecuente en la antigüedad. Era frecuente la
presencia de “listas” o “catálogos” tanto de vicios / pecados, como virtudes, y – en este
caso – dificultades. Veamos a modo de ejemplo en el apócrifo Testamento de los
Doce Patriarcas lo que cuenta “José”:
3 Yo vi en mi vida la envidia y la muerte, pero no me desvié por la fidelidad del Señor.4 Mis hermanos me odiaron, pero el Señor me amó;A una cisterna me bajaron, pero el Altísimo me sacó.5 Fui vendido como esclavo, pero el Señor me liberó.Fui llevado a la cautividad, pero su mano poderosa me ayudó.Me sentí agobiado por el hambre, pero el Señor me alimentó.6 Estuve solo, pero Dios me consoló;estaba enfermo, pero el Altísimo me visitó.Yacía encarcelado, pero el Salvador se apiadó de mí.Entre grilletes estaba, pero él me desató.7 Me vi rodeado de calumnias, pero él me defendió;entre terribles palabras de los egipcios, pero él me salvó;entre las envidias de mis consiervos, pero él me exaltó (Testamento de José 1,3-7)
Como
puede verse – y es lo habitual – el primero de los miembros de la lista es el
que sintetiza el todo; en nuestro caso, la “tribulación” (thlipsis) que puede entenderse como la característica de las
dificultades de los tiempos escatológicos.
La
cita del Salmo – un canto del justo que sufre, en este caso en sentido
colectivo – es más bien ilustrativa antes que demostrativa. Los salmos del
justo sufriente han sido muy tenidos en cuenta por el cristianismo primitivo
relacionados con los cantos del siervo sufriente de Yahvé para ligarlos a la
pasión de Cristo y para comprender los momentos críticos de los cristianos.
Estas
dificultades finalizan con un canto de triunfo: “vencemos”, pero no gracias a nuestra capacidad o fortaleza sino al
mismo amor de Cristo (“aquel que nos amó”
[también puede referir a Dios]). La debilidad propia es sostenida por la fuerza
de Cristo (2 Cor 12,9: “me jactaré de la debilidad para que habite en mi la fuerza
de Cristo … cuando soy débil soy fuerte”).
A
modo de conclusión Pablo señala otra larga lista de cosas que “no podrán
separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo”. Nuevamente un elenco de
dificultades (como más arriba) pero con elementos contrapuestos: muerte – vida;
presente – futuro; altura – profundidad y más abstractos que los anteriores.
Esta
nueva lista viene a dar conclusión positiva (“estoy seguro”, v.38) a las
preguntas retóricas que hemos visto y comentado. La respuesta negativa que se
presuponía es explicitada claramente: ¡nada / nadie! “podrá separarnos”.
La
fórmula “Cristo Jesús Señor nuestro” es una fórmula conclusiva en varias partes
de la carta (1,7; 5,1.11.21; 6,23; 7,25) y en este caso concluye así no
solamente el cap. 8 sino también toda la primera gran parte de la carta a los Romanos (1 - 8) para dar comienzo a una nueva unidad (9 – 11) donde afrontará un tema
totalmente nuevo.
+ Evangelio según san Mateo 14, 13-21
Resumen: movido por su compasión por las multitudes, Jesús multiplicará para ellas los panes como un anticipo de la fracción eucarística del pan que alimenta al pueblo de Dios reunido.
Mateo
sigue el esquema de Marcos presentando la multiplicación de los panes después
de la muerte del Bautista, aunque, como suele ser su característica, lo abrevia bastante. Así
como en 4,12 (“oyendo Jesús que Juan había sido encarcelado se retiró a
Galilea”) ahora “oyendo” acerca de la
muerte de Juan “se retiró” en una
barca a un lugar “desierto”. Jesús ya
había dicho que “cuando los
persigan en una ciudad, escapen a otra” (Mt 10,23), y es eso lo que aparentemente él
hace aquí.
Como en castellano, “desierto” (érêmon)
significa tanto un lugar sin agua y estéril como también una región sin gente;
obviamente el texto se refiere a esta última acepción ya que los discípulos
proponen que compren comida en “los
poblados”.
Las multitudes, “oyéndolo”
lo siguieron “a pie” (única vez en el
NT junto con su paralelo de Mc) desde las ciudades. El texto puede tener cierta
conexión con 2 Re 4,42-44 donde Eliseo multiplica los panes, pero no se ve, en
este texto al menos, una relación que pretenda destacarse. De todos modos no
conviene detenerse a buscar el acontecimiento histórico subyacente ya que no es
eso lo que los Evangelios pretenden en sus narraciones.
La
compasión de Jesús (splagjnsthê) es
lo que lo mueve a actuar en favor de alguien. Pero es interesante notar que en
Mateo esta compasión ocurre en contexto de multitudes (ojloi; 9,36; 14,14; 15,32; 20,34 y en una parábola, 18,27). La
curación (therapeúô) de enfermos (arrôstous, de debilitados, única vez en
Mt, x3 en Mc y en 1 Cor 11,30) aparece aquí como una suerte de sumario. A
diferencia de Marcos, Mateo omite que Jesús “comenzó a enseñarles”; es que,
como hemos visto en los textos anteriores, las multitudes (13,36) aunque tienen
una actitud generalmente positiva hacia Jesús, no lo comprenden. Estos dos
versículos forman como una suerte de marco narrativo para lo que sucederá a continuación:
la multiplicación de los panes.
El
diálogo de Jesús con los discípulos – en el que Jesús toma la iniciativa y
manifiesta saber qué va a hacer – revela la “poca fe” de los discípulos, algo
que es frecuente en Mateo, especialmente en el relato que viene a continuación
(Pedro caminando en las aguas).
Hay
algunos términos que son significativos en el relato: esto ocurre “llegada la tarde” (cf. 26,20), la gente
se “recuesta” (v.19, anaklíthênai, cf. 8,11; Lc 2,7) sobre la
hierba, “bendecir” y “partir el pan” (klasas… tous artous; cf. 15,36; 26,26; Lc 24,30; 1 Cor 10,16;
11,24), lo “dio a los discípulos”
(cf. 15,36; 26,26): mirando los textos paralelos que hemos señalado puede verse que el
marco lingüístico es evidentemente eucarístico (algo que queda reforzado cuando
al repartirse entre la multitud se hace referencia a los panes omitiéndose los
peces).
La
bendición a Dios tomando los panes no es diferente de lo que todo padre de
familia realiza en su casa en la comida diaria, por lo que no hay que ver aquí
otras connotaciones (el texto no dice que bendijo los panes sino que “bendijo”,
seguramente a Dios por la comida recibida). Tampoco conviene dar sentido
“simbólico” a los números dos y cinco (peces y panes).
La
abundancia sobrante es expresión de los dones escatológicos: Dt 6,11; Is 49,10;
65,10; Sal 132,15. Siendo que en la primera multiplicación (Mateo y Marcos
transmiten dos relatos) los canastos sobrantes son 12 y en la segunda son 7, y que
el territorio del segundo hecho es extranjero, no ha de descartarse una
referencia a los Doce y a los Siete aludiendo a que “Jesús sigue multiplicando
los panes en las eucaristías que celebramos” en territorio judío, presidida por
los Doce y territorio pagano, presidida por los Siete (aunque en Mateo el
territorio extranjero – destacado en Marcos – queda disimulado).
Mateo
añade, que los 5000 beneficiarios del hecho son 5.000 “sin contar las mujeres y los niños” (lo repite en 15,38);
probablemente un indicio del patriarcalismo incipiente (es interesante que
Mateo omite el texto paralelo de la parábola del pastor que busca la oveja, el
de la mujer que busca la moneda, que probablemente se encontrara en Q, cf. Mt
18,12-14. Seguramente por ese patriarcalismo al que hacemos referencia). De hecho, en Mateo el lugar de la mujer no es diferente del que
ocupaba en el judaísmo contemporáneo y no hay en él mujeres que tengan
importancia con la excepción de la sirofenicia (de “gran fe”, 15,28), la mujer
anónima que unge a Jesús (26,7) y las mujeres que miran al crucificado desde
lejos (27,55). y quizá también la mujer de Pilatos (27,19).
Foto
tomada de pastoralfamiliargr.blogspot.com
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