lunes, 9 de diciembre de 2013

Dinosaurios vivos



Más dinosaurios vivos


Eduardo de la Serna


Las constantes y terribles matanzas entre conservadores y liberales en Colombia (o lo que dicen que fue eso) motivo una nueva constitución y un acuerdo de bipartidismo con alternancia en el poder. Esta constitución fue uno de los motivos de las movilizaciones populares encabezadas por Camilo Torres, más tarde asesinado. 

Y una de las instituciones creadas a partir de este concordato fue la institución del Procurador General de la Nación. Este es propuesto en una terna por el presidente de la Nación y elegido por los dos tercios del Senado y su poder escapa a cualquier control. Puede destituir a senadores, alcaldes, gobernadores y no hay sino ante el mismo procurador posibilidad de apelación. Dudo seriamente que esta institución resista un serio criterio de constitucionalidad.

El actual procurador, reelecto (el presidente Santos presentó una terna casi obvia, como si dijéramos Gabi, Fofó y Ordoñez) pertenece a agrupaciones pseudocatólicas –o ultracatólicas- de extrema derecha, y tiene entre sus blasones haber destituido a Piedad Córdoba, y al anterior alcalde de Bogotá, Samuel Moreno. Colombia fue sumida en numerosos escándalos en el gobierno de Álvaro Uribe, y no lo es mucho menos en el actual de Juan Manuel Santos, pero ninguno de ellos fue destituido por el Procurador Alejandro Ordoñez: ni los relacionados con paramilitares, el narcotráfico, la corrupción de la salud, agroseguro y tantos otros. Todos ellos siguen allí. Pero hoy, para agregar una nueva cucarda a su curriculum vitae (le gustará que esté dicho en latín) acaba de destituir a Gustavo Petro, alcalde de Bogotá, e "inhabilitarlo por 15 años".

No hay parte del mundo donde la recolección de basura no sea un negocio fabuloso. Y a por él fue Petro. El día que vencía el contrato de las concesionarias decidió que la alcaldía se ocuparía de eso. Algo avisado con bastante tiempo de anticipación. ¿Qué ocurrió? Pues que pareciera que los bogotanos han de ser los seres más sucios del planeta, porque esa tarde la ciudad estaba inundada de basura (casi como si no la hubieran recolectado algunos días antes, casi, casi… como si hubieran esperado el momento preciso para descargarla toda; casi casi como si los hijos de Uribe tuvieran intereses en la basura privada). Mientras tanto, apareció el otro jugador fundamental: los medios de comunicación hegemónicos. Los noticieros de la TV de una hora dedicaban más de 50 minutos a mostrar una y otra vez la basura no recogida! (y no me lo contaron, lo vi yo). No había otra noticia en Colombia ni en el mundo. Sólo la basura que Petro no sabía recoger.
Y ahora, por esa razón, el inefable dinosaurio ha destituido a Gustavo Petro. No hacía falta cambiar el modelo de recolección, afirma. Era ilegal el nuevo modelo implementado. Hay que respetar a las empresas privadas, pontifica.

En lo personal me resultaría por lo menos más honesto que directamente le impidan a determinados candidatos presentarse a elecciones y no someterlos un poco tiempo después a la farsa de un juicio donde la derecha es juez y parte. 

Al menos mientras exista ese engendro de la Procuración para lo cual hay candidatos a medida. Vaya desde acá mi saludo y admiración a Gustavo Petro.

Imagen tomada de delaurbe.udea.edu.co

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