UNA ACLARACIÓN
Curas en Opción por los Pobres o “Curas villeros”
Eduardo de la Serna
La figura de
Carlos Mugica, justamente recordada en estos días puso a la luz un pequeño
elemento que es bueno aclarar.
Para decirlo
de un modo discutible, pero simple, se puede afirmar que Mugica era “cura
villero” (ya cuestioné esa imagen) y era “cura tercermundista” (término acuñado
por los Medios, no por los curas), entre otras cosas. A las que deberíamos
sumar otras cosas disimuladas o calladas en estos días, como que, salvo desde
sectores políticos, no se escuchó decir nada sobre el compromiso político de
Mugica desde voces eclesiásticas, por ejemplo.
Los “curas
villeros” hoy son–creo ser justo al decir esto- un grupo pastoral de la
arquidiócesis de Buenos Aires. Como puede haber otros de “curas capellanes de
hospitales”, o “curas de colegios”… Tienen una estructura pastoral identificada
por el lugar donde desempeñan su ministerio. Son nombrados por el Arzobispo (sin
duda a pedido de ellos, o con la propia aceptación) y su desempeño se
circunscribe a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (es decir, a la arquidiócesis
de Buenos Aires) aunque puede haber curas amigos de fuera (como es el caso de
Pepe Di Paola que era “cura villero” de Buenos Aires, y ahora está en otra
diócesis –San Martín- y seguramente sigue en contacto con sus viejos amigos).
Es este grupo de curas –de trabajo y modo de vida maravilloso, según mi opinión
personal- el que hizo ayer un documento sobre la urbanización de las villas,
algo que ya en los 70 reclamaban curas como Carlos Mugica.
Los curas en
opción por los pobres son –somos- un grupo nacional de curas, ya no
identificados por un espacio (como pueden ser las villas) o una diócesis sino
por un compromiso “junto a los pobres por su liberación” (frase de Mugica).
Curas de todo el país, y de diversas realidades pastorales, están en el grupo:
villas, campesinos, indígenas, barrios populares, asentamientos… Al grupo están
todos invitados –curas villeros también, obviamente-. Este grupo funciona más a
semejanza del viejo Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo.
Es decir:
ambos grupos tenemos muchísimos puntos en contacto, muchísimos elementos en
común, muchos amigos en común, pero no somos el mismo grupo (muchos medios me
llamaron –por ejemplo- para hablar del documento de los curas villeros, algo de
lo que yo no podía hablar). A lo mejor cierto simplismo en algunos identifique
“pobres” = “villeros”, como si todos los pobres vivieran en villas y solo en
villas, y esa simplificación continúa pensando “Buenos Aires” = Argentina y
entonces, los curas que trabajan heroicamente en las villas de la Ciudad de
Buenos Aires deban identificarse con los que estamos trabajando “junto a los
pobres…” en el resto del país.
Sirva como
aclaración, en suma: somos dos grupos distintos, de ninguna manera distantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario