Ébola en Argentina
Ébola
en Argentina
Eduardo
de la Serna
En el mes de mayo de este año, el ultraderechista
francés Jean Marie Le Pen afirmó que "El Ébola puede solucionar el problema de la emigración en tres meses". Y
en realidad, a nadie que fuera asiduo lector de diarios le pudo extrañar que
semejante espécimen de la raza humana pudiera hacer esa afirmación. Como cuando
un miembro de la Lega Nord, la derecha italiana, afirmó después que el Papa fuera
a Lampedusa que “el Papa dirá lo que
quiera pero yo celebro cada balsa que se hunde” [Aunque ahora que el Ébola
traspasó las fronteras del África habría que ver si afirman lo mismo; pero ya
estamos acostumbrados a que para esa gente los aliados de ayer sean enemigos
hoy, y viceversa].
A la evidente manifestación de “raza superior” (como Anne-Sophie Lecrère, candidata del partido de Marine
Le Pen, que afirmó que la ministra negra – Christiane Taubira, ministra de
justicia – debía volver a los árboles, o los hinchas de fútbol del Villareal que
le tiraron bananas al jugador brasileño, Dani Alves)… debe sumarse en la
población media “el miedo”. El miedo
al otro, miedo al extranjero, a lo desconocido. Ladrón, violador, ocupador,
sucio, y – para peor – viene a quitarme el trabajo (trabajo que nunca haremos,
porque es ‘inferior’, pero trabajo al fin). Aunque si es una “negrita” que va a
competir con Dilma a lo mejor la apoyamos hasta que su discurso se vea inconsistente
y volvamos apoyar al “nuestro” de siempre…
Pero no hace falta traspasar las fronteras, claro.
El intendente de San Isidro, medio PRO y medio Renovador, Gustavo Posse, está
buscando evitar que se asienten pobres en su ‘San Isidro es Distinto’. Por plata o por represión, pero que se
vayan. Y el PRO porteño, con las villas, sea escondiéndolas con muros (autopista
que pasa por la 31) o represión (villa Papa Francisco) o simplemente ninguneándolos,
omitiendo toda política pública ¡y listo! Ah… y por no mencionar la declaración
del inefable Rodríguez Larreta de que el aumento de población en las villas se
debe a que no se alientan las economías regionales (e hizo referencia ¡a la
soja!, la gran desocupadora de los campos), así de simple es todo para el PRO… parece
que la gente de las villas no tiene hijos que se independizan y forman nuevas
familias, por ejemplo. ¡No! La culpa – siempre – es del gobierno que no apoya
las economías regionales como la soja, que – por otra parte – no especula con
los precios, con la devaluación, o hasta con un cambio de gobierno… Pero la
cosa es que la gente de las villas (¡todos negros!) deberían volverse a su
tierra, ¡como los africanos!
Y lo mismo con los “extranjeros” que deben volver a
sus países, pero si estos son Bolivia, Paraguay, Perú… no si son italianos,
españoles, y – por supuesto que no, ¡menos aún!, si fueran alemanes, franceses
o yanquis – obviamente. Esos son los que nos roban (y sacan trabajo), por culpa
de ellos es la inseguridad, y no por culpa de los jueces de la puerta giratoria
de Cavallo, de Magnetto, de los de cuello o guante blanco (el blanco siempre es
pureza, evidentemente). Es a los negros que se drogan a los que hay que
perseguir, no a los empresarios, políticos o profesionales, y corta la bocha. Son drogas distintas. Es
evidente… Al fin y al cabo es evidente que la droga que se consume en la villa
no es la misma que la que se “brinda” en Nordelta.
Carlos Mugica decía:
“Recuerdo
cuando discutí con un coronel sobre el plan de erradicación de Villas, que hoy habría
que llamarlo plan de radicación porque después de cinco años, en la zona de
Retiro, que al comienzo tenía 30.000 personas, hoy hay 50.000. El coronel me
decía: ‘a la gente de las villas hay que llevarlas a una vivienda transitoria porque
no están en condiciones de vivir en casas definitivas’. Y yo le dije que ojalá
nunca adquirieran nuestras pautas culturales, que mantuvieran su cultura
original sin contaminarse con la nuestra, porque a lo mejor visto desde el
Evangelio pueden tener mucho de rescatable. (…) No es cuestión de mitificarlos,
pues en todo ser humano existe el pecado, pero yo diría que hasta los pecados
de la gente humilde y del pueblo son más normales. Cuando se agarran una
borrachera lo hacen con Crespi y no con whisky importado…”
En fin, a lo mejor aprendamos que todo gobierno que
haga sentir a los “negros” que tienen derechos, que son “gente” debe ser
criticado, defenestrado y si no, eyectado. Es que ¡falta tanto para el 2015!
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