viernes, 24 de octubre de 2014

Alvaro tenía que ser!



¡Álvaro tenía que ser…!


Eduardo de la Serna











Un “capitán ingeniero”, amigo de todos los golpes institucionales que sufriera el país y el pueblo, fue –además – el gran abanderado del capitalismo neoliberal. Cuando la traición menemista se consumó con la alianza de Menem con el establishment periodístico (alianza con Magnetto) y con el establishment económico (alianza con Bunge y Born) fue significativo el apoyo entusiasta de Álvaro Alsogaray al discurso inaugural del nuevo gobierno cuando el presidente “redefinió” la tríada peronista fundacional (soberanía política, independencia económica y justicia social). Don Álvaro fue uno de los “think tank” de la traición a la política menemista con el apoyo invalorable de su hija, enviada para desguazar la empresa de teléfonos, o de acero o… “Álvaro” es un nombre simbólico en Argentina, sin duda alguna. De sus huestes (UCeDe, Unión de Centro Democrático) provinieron numerosos personajes de la política actual (y no olvido a Amado Boudou, lamentablemente) como Mauricio Macri y Sergio Massa.

Pero si de nombres simbólicos hablamos hay otro “Álvaro” que también es bandera. Representante casi sin competencia de la “más derecha” latinoamericana, ligado al narcotráfico hasta que llegó a la presidencia y entonces la DEA “olvidó” las acusaciones (“narcotraficante número 82”) quizás por aquello de “sí, pero es nuestro…” que aplicó en tantos casos su gobierno (Trujillo, Duvallier, Batista, Pinochet…). Siendo presidente acusó a la guerrilla de las FARC de haber matado a su “papá” (me recuerda a cuando George W. dijo que Saddam Hussein había querido “matar a su papá” como justificando infantilmente la guerra, el saqueo y la jarra de Pandora que abrió en medio Oriente). La “guerra contra el narcotráfico” que empezó don Álvaro se pareció mucho más a un intentar “acabar con la competencia” que a otra cosa ya que desde cuando fue gobernador del Estado de Antioquia, en que alentó, apoyó, incentivó la creación de “las Convivir”, ejército paralelo, antecesor de las AUC (Autodefensas Unidas de Colombia) que fueron alentadas en su gobierno luego en la presidencia para combatir a la “narco-guerrilla”. Es decir: los narco-militares, narco-paramilitares, narco-políticos, narco-empresarios fueron puestos al servicio de don Álvaro para combatir a un sector, la guerrilla. Cuando los ejércitos paramilitares (alimentados con fuerzas desde los ejércitos paralelos de los carteles de Medellín, Cali y – más tarde – del Valle) ya habían hecho el “trabajo sucio” se ocupó de extraditar a los jefes (Salvatore Mancuso, Don Berna, los hermanos Castaño…) y los grupos se desmembraron creándose las llamadas “Bacrim” (Bandas criminales): los Urabeños, Águilas Negras, Rastrojos y muchos más. ¿Y el narcotráfico? Bien gracias… Todos los sectores cercanos a Uribe están detenidos y encarcelados, hasta hermanos y primos, ex funcionarios, ministros, jefes militares… De él se dice que parece de “teflón” porque no se le pega nada, aunque nadie con una mínima capacidad de análisis cree que sea inocente en muchas de estas sospechas. Pero – Álvaro tenía que ser – Uribe fue el continuador de todas las políticas neoliberales gestadas por su predecesor (Andrés Pastrana). La tierra del “todo privado” priva a los pobres de acceso a la salud, la justicia, la educación… la “seguridad democrática” que ha “sacado el ejército a las calles” (confundiendo defensa con seguridad) ha privatizado la seguridad en las calles, hasta el punto que se ven más policías privados (con perros y armas) en las calles que policías del estado. Claro que esto lleva a que grandes sectores del ejército, con la obvia complicidad de don Álvaro estén haciendo todo lo posible para boicotear los procesos de paz en los que – desde hace dos años – Colombia y América Latina toda han puesto una gran esperanza. La cosa es que este Álvaro también tiene su partido político: de Centro Democrático (Huy!!! Suena parecido al del otro Álvaro… ¿no?; además, ¿por qué esa manía que tiene la derecha de llamarse de “centro”?).

La cosa es que este Álvaro anda por Argentina en estos días, y ¿con quienes se reunió? Pues con Macri y Massa. Con ellos puede hablar de “narcotráfico” (Massa parece saber bastante del tema, parece que algunos colombianos vecinos pueden darle material), de “privatizaciones”, de “seguridad”… Es por aquello de que “Dios los cría…”


Fotos tomadas de http://www.lanacion.com.ar (28 de octubre) y de edant.clarin.com

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