Uno nota más sobre qué creo que dijo la gente
Eduardo de la Serna
Coincido que lo del domingo de elecciones no fue de ninguna
manera una derrota, siendo que el Frente para la Victoria sigue siendo
cómodamente la primera fuerza nacional. Destacar los 5 distritos más importantes
sólo es una cuestión numérica, a menos que alguien crea –como en su momento lo
dijo Pino, o Carrió- que es una importancia cualitativa. Escuchar hablar de “fin
de ciclo” se parece –al menos por ahora- más a una expresión de deseos que a
una cosa con fundamento en la realidad. Ahora bien, esto no significa que haya
sido un domingo festivo. Ciertamente para muchos no lo fue. Pero puede ser algo
positivo; depende cómo siga.
Alguien dijo, y no me parece del todo falso, que cuando a “la
gente” le decían “nosotros hicimos esto o aquello”, eso no repercutió porque ya
lo tomaron como dato adquirido. “Eso es nuestro”, sería la idea. A lo mejor
haga falta señalar que mucho de eso se puede perder, y va a dejar de serlo. Pero
quiero señalar algunas cosas.
Hay provincias en las que el FpV ganó cómodo, y otras en las
que siempre ganaba cómodo y perdió. ¿Por qué? Sin dudas hay que verlo en su
propio lugar. Una amiga que respeto y valoro me hizo un buen análisis de la
realidad de Tucumán, por ejemplo. Y cómo el resultado fue un castigo para
Alperovich. Y lo celebro. Algo semejante
dicen amigos de La Rioja, y otros de Jujuy. Por el contrario, amigos desde el
Chaco también dicen que el reconocimiento a Capitanich se debe a su gestión.
Algo pasó también en Rio Negro, donde hasta el 2011 siempre ganaba el
radicalismo, y esta vez salió último, y se mantuvo cómodo el FpV. Pero –del mismo
modo- el triunfo casi “de paseo” de Das Neves en Chubut indica algo de la
gestión pasada y la gestión presente. Córdoba no tuvo la comodidad esperada
para el “cordobesismo” de De la Sota, donde además fue notable que los dos
candidatos más votados están procesados por la justicia (Schiaretti y Aguad).
Santa Fe siempre fue una provincia extraña (de allí quedaron por décadas los
resabios de la Democracia Progresista, y allí se mantiene vigente un extraño
socialismo). Aunque Binner en su discurso
(de campaña 2015, para ser exactos) habló de la falta de atención en
catástrofes, a pesar que Cristina estuvo en Rosario cuando el derrumbe, y de
que querían relacionar a la provincia con el narcotráfico, como si el jefe de
la policía echado no fuera a causa de esto, y como si la casa del gobernador no
hubiera sido baleada (¿o la baleó el FpV, Binner?). Lo del PRO es algo pintoresco y absurdo que no vale la
pena analizar porque los porteños son extraterrestres, como lo he señalado en
estos días. Y curiosamente están convencidos que son “superiores” a pesar que
son fundamentalmente ellos los que han logrado que los argentinos seamos
aborrecidos en la gran mayoría de los países.
Lo de la Provincia de Buenos Aires fue notable: parece que el
Barba Gutiérrez, después que puso cloacas y agua corriente en gran cantidad del
territorio se dio por satisfecho, y lo único que hizo en los últimos tiempos
fue pintar postes de colores distintos. Massa fue con el inepto de Villordo ¡y ganó!
¡¡¡Vi-llor-do!!! Alguien a quien hasta le atribuyen algo raro en una heladera. En
Florencio Varela, para concejales perdió Pereyra, Massa fue ¡¡¡con Otonello!!! ¡O-to-ne-llo
ganó! (entre paréntesis, ¿qué entendés por “renovación”, che Massa?), y el FpV
perdió en Avellaneda, en Morón (tierra de Sabatella, ese al que todos alababan
hasta hace poco. Ahora a la voz del clarín, que "estridente sonó", ocurre que todo un sector lo critica, con un discurso curiosamente idéntico: "circo", "de facto", etc.), en
Moreno, Merlo. Y creo que la pregunta es ¿qué quiso decir la gente?
Si lo que quiso decir a todos y cada uno es “sepan que nadie
tiene el voto comprado” pues lo celebro. Si lo que quiso decir es “no se
duerman sobre los laureles y sigan trabajando para la gente o les sacamos el
apoyo”, sigo celebrando. Si lo que quiso decir es, "o cambian de actitud, de
políticas, de personas, o probamos en otro lado", celebraré también aunque un
poco menos convencido (depende cuál sea la prueba). La idea “esto es lo que hicimos”
está bien, pero eso ya está hecho. ¿Qué van a hacer de ahora en más? ¿Quiénes? ¿Qué
va a hacer el gobierno de Tucumán –tierra de Marita Verón!- con el tema de la
trata, de la que no parece inocente?, ¿qué van a hacer los gobiernos provinciales y el nacional con el
creciente tema de los narcos, los sicarios, y la corrupción policial en este
sentido? ¿Y los temas, tierras, medio ambiente?
En lo personal creo que hay temas que son temas “instalados”
(lo cual no quita que se los deba enfrentar). Creo que el tema de la “seguridad”
es tema recontra-inflado por los Medios, tan inflado que parece que se
soluciona casi mágicamente con un par de camaritas (que venderá montoto, o
Daniel, claro), como el tema de la “corrupción”, propagandísticamente instalada desde
el paraíso de la misma los domingos a la noche. Como es un tema inflado la
teoría de los dos demonios revivida tipo “libertad de prensa o 6.7.8” esgrimida
por Carrió y su pareja Lanata. Quizás por eso saltó todo un sector opositor a
gritar contra la aplicación de la ley de servicios de comunicación audiovisual. y después inventarón una tormenta hasta la que nombre le pusieron a fin de crear el máximo miedo posible (y que la "gente" olvide a la Corte y sus fallos).
Sin duda creo que en los dos años que quedan, o los gobernadores
e intendentes se disponen a gobernar, a mejorar clara y concretamente la vida
de “la gente”, encontrando soluciones a los problemas principales, sean
estos ecológicos o de tierras en la zona andina, de bienestar ciudadano en las
grandes urbes, apoyo a campesinos e indígenas en regiones rurales, a acercarse
a la gente en concreto [en mi barrio de Solano, por ejemplo, en 10 años jamás, ¡¡¡jamás!!! alguien del
municipio se acercó a nosotros –que algo conocemos la realidad de la vida y
muerte de los del barrio- a preguntar, proponer, escuchar…]. Me niego a pensar
que la gente se deja comprar por cuatro sonrisitas de una persona que –desde mi
perspectiva- no tiene cara ni discurso que parezca lúcido, sino sólo de marioneta de
algo preestablecido de lo que es incapaz de salirse. Y por supuesto, el gobierno
nacional peleando activa y concretamente para que si muchos consideran que
las cosas que ahora tienen, “les pertenecen”, sepan que estas pueden ser
muchas más. ¡Y vamos por ellas!
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