lunes, 2 de junio de 2014

El Papa y el Derecho penal

El Papa y el Derecho Penal, en el ojo del debate

Eduardo de la Serna



El Papa Francisco acaba de enviar una carta al juez argentino Raul Zaffaroni como responsable de dos congresos internacionales de Derecho Penal que se celebrarán en estos días.
El texto completo de la carta puede verse en http://es.scribd.com/doc/227499715/Carta-del-papa-Francisco-a-Zaffaroni. A raíz de esto, publiqué en el diario Tiempo Argentino lo siguiente:

Un escrito desde el lugar del pobre

En su carta a los participantes del XIX Congreso lnternacional de la Asociación Internacional de Derecho Penal y del lll Congreso de la Asociación Latinoamericana de Derecho Penal y Criminología, el Papa Francisco entró en terreno difícil.

No ignora la repercusión que el tema causa en sectores de la política doméstica con la insistencia en mano dura y oposición a las reformas del Código Penal; como no ignora que en ciertos ambientes eclesiásticos se confunde delito y pecado con lo que se ha tapado a delincuentes, como pederastas o genocidas ocultos en que todos somos pecadores. Y no ignora el rol que los medios de comunicación juegan en la difusión, a veces perversa o tendenciosa, de noticias creando una alarma social, una condena previa o un sensacionalismo despreocupado por las víctimas.

Podríamos señalar brevemente: el obispo de Roma escribe sobre materia penal pero desde un lugar, y este es desde los pobres, cosa que se ve en toda la carta. Escribe como pastor dando una palabra y no como quien predica la verdad sino en actitud de diálogo. Y precisamente como pastor y desde el lugar del pobre, no duda en reconocer la fragilidad humana, y que la delincuencia busca a los poderosos como cómplices y tiene a los pobres como víctimas.

Mientras algunos creen que más cárceles, más policías, más mano dura son la respuesta, el Papa afirma expresamente lo contrario, y lo hace con la autoridad que le da su cercanía a los pobres y la experiencia. Nos dice que el aumento y el endurecimiento de penas no resuelve los problemas sociales ni logra disminuir los índices de delincuencia.

Insistiendo en la satisfacción, la confesión y la contrición, no deja los temas en el terreno puramente religioso, en cuyo caso su palabra sería quizás innecesaria dados los destinatarios, sino que entra de lleno en la vida de la persona humana como parte del anuncio de una buena noticia y la experiencia milenaria del pueblo de Dios, que busca poner en el centro a la persona humana buscando una sociedad incluyente, sobre todo, entre los más indefensos.

Publicado en http://www.infonews.com/2014/06/02/sociedad-147211-un-escrito-desde-el-lugar-del-pobre.php

diseño tomado de opinionsur.org.ar

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