Sorpresa
Eduardo de la Serna
Acabo de ver, después que los
medios nos informaran profusamente, dónde vivo, la falta de pintura, la basura
en la calle y hasta el tipo de perro que tiene mi vecino gracias a las fotos
que google ha sacado sin mi permiso y publicado para que todos puedan verla.
Y después de ver esto, me
acordaba de cómo – los mismos medios – nos contaban horrorizados los datos que desde
el gobierno nos iban a pedir para viajar al exterior. ¿Cómo es posible que me
pidan mi número de DNI?, ¿o en qué asiento voy a viajar?, ¿o donde he viajado
antes? Si nadie tiene esos datos… ni debería tenerlos. Porque es obvio que
cuando salgo del país en la aduana no me preguntan nada, no he de poner el
dedito y la cara para ser registrado…
Pero google me avisa que hoy
cumple años fulano, que es un amigo… al viajar a los EEUU debo confirmar que no
voy a atentar contra el presidente de ese país, y mi banco tiene registro de
hasta la medida de calzoncillos que he comprado. Pero – y esto hay que decirlo –
que los “privados” me priven de mi privacidad, es algo bueno. Pero que el “estado”
se esté metiendo es algo perverso y ya parecemos la Unión Soviética.
Pero menos mal que los buenos
candidatos ya viajaron al país del Norte para contarles que queremos ser sus
amigos y no andar por ahí peleándonos con todo el mundo, y que –
sorprendentemente – después el 90 % de ese mundo no se sienta peleado sino que
nos apoye.
foto de mi parroquia tomada por google maps
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