martes, 16 de septiembre de 2014

Hubo Evo - hubo Ivo



Hubo Evo… hubo Ivo

Eduardo de la Serna



Las noticias que nos llegan desde la querida hermana Republica plurinacional de Bolivia son fascinantes. Hoy ya apareció Openheimer, siempre representante de aquello que aborrezco, hablando del fraude que se viene. Obviamente no puede decir otra cosa… “Algo” debe haber pasado con el rico y empobrecido pueblo para que todos los datos anuncien que las próximas elecciones tengan el resultado “casi cantado”. Algo en caminos, algo en educación, algo en favor de los pobres, indígenas, campesinos… Curiosamente después de la debacle de haber tenido un presidente que casi no hablaba castellano, pero no por hablar aymara, que bueno sería en ese caso, sino por haber vivido, y estar ahora allí asilado (= prófugo), en el “país del norte”, que lo prohijó, apoyó y alentó (por los favores previamente recibidos, obviamente). Pero la cosa es que parece que Evo – ese mismo al que los civilizados del otro norte le detuvieron el avión y no dejaron circular libremente – cuenta con el apoyo popular que le permitirá ganar fácilmente las próximas elecciones. Algo que da aire en la América Latina contemporánea donde hay cosas que “huelen feo”: desde la salida de Lugo, los empates técnicos que se vislumbran (por ahora) entre Marina y Dilma y entre Tabaré y Lacalle, y la presencia fuerte de especímenes de la derecha en Argentina (Scioli, Massa, Macri). No es ajeno a esto la fuerte ofensiva de los amigos yanquis boicoteando el Mercosur (basta ver las declaraciones de Marina), la Alianza del Pacífico, la presión contra Venezuela, la ofensiva buitre y tantas otras cosas por el estilo como para celebrar la resistencia de Evo. Los pobres – en algunas partes – siguen teniendo su voz escuchada y sus necesidades en vías de satisfacción. Celebremos.

Y por otra parte, nos llegan otras noticias. Debo confesar que coincido con Ivo Cutzarida de que hay gente armada que por algo de plata es capaz de matar sin mirar a quien, y que debería estar detenida… Imagino que se referirá a Bush, o a Obama, por ejemplo. Es más, él mismo es ejemplo vivo de aquello que predica gatillando dedos y cortando bochas. Un actorcito al que nadie recuerda, volviendo de los EEUU, donde ha de haber aprendido, está por estrenar una obra y necesita publicidad para que vayan a verlo (y ganar plata, claro) y si hay que matar, al menos mediáticamente, hay que hacerlo; “por la plata baila el mono” (gorila, en este caso). Claro que siempre está el dato curioso: así como Berni pareció referirse a peruanos y bolivianos al aludir a los extranjeros que deben ser expulsados, y no a los italianos, como Rattazzi, Rocca, Macri o al presidente de Shell, o al agregado de negocios de “LA EMBAJADA”… porque pareciera que aquellos son delincuentes, estos son amigos, la cosa es que ahora, pareciera que a los que hay que matar, porque andan armados (¿cómo se los mataría sin andar armados, a su vez?) son a los pobres que roban, pero jamás a los “señores” que roban. A los que robaron Papel Prensa, y mataron para ello, ¿también, Ivo?; a los que trafican con la vida y las esperanzas y viven por esa zona donde caen avionetas, ¿también?; ¿a los dictadores y sus cómplices civiles? Pregunto, porque si hubiera que matar también a ellos, ¿a qué canal de TV irías? De igualdad, educación, justicia no se habla ¿no? Vomitemos.

Dibujo tomado de www.imagenesbonitas.name

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