Desconsolado
empezando por la derecha (obvio): José de Anchieta sj fundador de Sao Paulo; Nossa Senhora de Aparecida, "padroeira" (sic) do Brasil; Josemaría Escrivá de Balaguer. Catedral de Sao Paulo |
Eduardo de la Serna
Mis fuentes, habitualmente bien
informadas me dicen que hoy, en la primera votación en el cónclave, mi
candidatura tuvo “cero votos”. ¿Se dan cuenta? ¡Cero! ¡¡¡Ce-ro!!! Estoy consternado, ¡y yo que –como De la Rua-
me vengo preparando toda la vida para este momento! Pensar que ya tenía las diez
primeras medidas listas para anunciarlas directamente desde el balcón:
¡Compañeras!!! ¡Compañeros!!! Iba
a decir. Para empezar (1) no me pensaba cambiar el nombre, porque creo que el
bautismo es más importante que el papado. Así que sería simplemente “Eduardo”. Y con ello, nada de “Su Santidad”, y cosas
por el estilo. “hermano Eduardo” parece más evangélico. Creo.
En segundo lugar (2), iba a poner
mi pontificado bajo la advocación de los santos latinoamericanos Carlos Mugica,
Enrique Angelelli, Oscar Romero, Helder Cámara y Mónica Mignone canonizándolos
en el acto.
A partir de allí (3) pensaba –siempre
en el discurso- declarar nulos el Código de Derecho canónico y el Catecismo y
poner el primer lugar el Evangelio de Jesús, y su Reino.
Como buen obispo de Roma (ese
título sí quedaría, y sólo ese) aprovechaba (4) para dar las gracias por los
servicios prestados a todos los cardenales y nuncios cesando en el acto en sus
funciones. Lo mismo la Comisión para América Latina, obvio. Se anulan las nunciaturas y los cardenalatos, y listo.
Ya que de “servicios prestados”
se trataba, también aprovechaba (5) para dar las gracias por prestarlos y cesar
en su presencia a los “Movimientos Eclesiales”, para que los carismas sean los
que decida el Espíritu de Dios y no las prebendas económicas;
Como creo que uno de los
problemas de la estructuración eclesial actual es la falta de transparencia,
anunciaba (6) la división de poderes en el seno de la Iglesia, y si el obispo
de Roma encabeza el Poder Ejecutivo (de Roma; como cada obispo el de su diócesis), decidía la creación de tribunales de
distintos órdenes y áreas para la creación del poder judicial (con un tribunal
superior formado por gente apta (no pensaba en obispos, obviamente; y tampoco
necesariamente en abogados y no necesariamente en católico romanos) que podrían
ser unos 12, 2 de cada continente (América del Norte, Latina y el Caribe, África, Asia,
Europa y Oceanía). Se convocarían
sínodos regionales 2 veces al año para la legislación (poder legislativo; y con
legislaciones regionales) y un sínodo general cada dos años para los elementos
legislativos generales. Se deberán crear
grupos especiales para investigar temas delicados como la pederastia, la corrupción
económica y/o sexual, etc.
Es evidente (7) que uno de los
lastres de los papas anteriores fueron los nombramientos episcopales, muchas
veces gestados entre trenzas y acomodos, y sin consultar a las comunidades, por
tanto los nombramientos quedarán a cargo de las Conferencias
Episcopales que decidirán en base a las propuestas que eleven las comunidades
(Comunidades de Base, Parroquias y Capillas…).
Anunciaría públicamente que tal
sería mi última aparición desde el Vaticano (8) ya que el obispo de Roma se
mudará a los suburbios, dejando las cosas fastuosas para que sean administradas
por alguna entidad seria y cuyos beneficios fueran para el Tercer Mundo
(obviamente no sería la fundación Nobel, ni la Unesco, ni tampoco la
congregación de la Madre Teresa…).
Convocaba (9) urgentemente a un
nuevo Concilio “Asís Iº” (convocado en Asís
la primera sesión por lo que simbólicamente significa, pero las siguientes
sesiones serían en el África, preferentemente en las zonas del coltán). Dentro
de los temas que se deberán tratar serán la centralidad de Jesucristo y su
reino en favor de los pobres (¿cómo ser verdaderamente “iglesia de los pobres”?),
cómo ser de verdad anunciadores de buenas noticias a los pobres; y ya dentro de
temas más eclesiales (que no deberán ser los principales o prioritarios) cómo la Iglesia debe
ser menos eclesiocéntrica, profundizar el rol de los laicos en la Iglesia, y el
lugar de la mujer en todos los espacios y ámbitos eclesiales, los ministerios
ordenados (celibato, trabajo manual, etc.). Todos. Obviamente se podrán
incorporar temas que se consideren oportunos, pero sin dejar estos de lado.
Y finalmente (10) establecía el
nuevo modo de elección del futuro Papa, en el que debe haber equilibrada
proporción de laicos y mujeres, participando los presidentes de las conferencias episcopales, y dos
laicos por país o región uno de los cuales al menos debe ser mujer. Dicho esto,
¡renuncio! (más que nada porque deseo seguir viviendo y que no me sorprenda un
caldito por la noche). Y le dejo la habitación de suburbios a mi "amado sucesor".
¡Pero no!!! ¡Ni un voto!!! Y yo
que tenía todo pensado. ¡Ni uno! Y dicen que muchos votarían a un obispo
brasileño... Mientras yo recuerdo cuando uno miraba obispos brasileños con admiración y
hasta con envidia. Y hoy, en la cátedra de Paulo Evaristo Arns hay un obispo
que pone una imagen de Escrivá de Balaguer en la Catedral (ver foto). Recuerdo
cuando la diócesis de Sao Paulo era mirada y admirada…. Y otros que votaron al
de Milán, ¡de Comunión y Liberación!, donde en otro tiempo brilló Martini. ¡Si hasta dicen que Sandri,
acusado de estafas económicas y tapar pederastas (¡bingo!) tuvo algún voto y yo
no! ¡¡¡Ninguno!!!
En fin, estoy consternado, casi
deprimido.. pero como decía el Pelado Angelelli, “Hay que seguir andando,
nomás!”
No hay comentarios:
Publicar un comentario