La siembra de Edith
Como ofrenda de holocausto por tu Pueblo,
como "piedra" que señalas el camino,en la cruz, con tu amor crucificado,
allá enfrente, otra vez, los asesinos.
Dejaste todas las luces que brillaban,
dejaste fama... la dejaste por tu Amigo,
dejaste aplausos, dejaste compañeros,
dejaste, para leer en otros libros.
para andar tras las huellas de un judío.
En la casa de Teresa preparaste
otra mesa para otro sacrificio.
Y el mundo se despierta ensangrentado,
una nueva matanza en este siglo,
con ofrendas a sus dioses de la muerte
para calmar tanta sed de tantos ídolos.
consagrada tu vida en el servicio
nos mostrás una fuerza incomprensible
en la semilla fértil del martirio.
Por eso te miramos y cantamos,
sonrientes, como pueblo peregrino,
que encuentra en tu presencia compañera
la fuerza que nos dejan los testigos.
Y miramos y cantamos a tu nombre
como encuentro de lo humano y lo divino,
sabiendo que germina la esperanza
en la siembra de tu amor contemplativo.
Dibujo tomado de www.moscati.it
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