Lo que veo al llegar
Eduardo de la Serna
Después de estar casi un año
fuera de Argentina, volví a mi querido país.
Reconozco que no estaba
desentendido. Todos los días leía los diarios (para que la información fuera lo
menos sesgada posible leía Clarín, La Nación, Página y Tiempo) y además el contacto
diario con compañeros curas, entre los que hay curas recontra-anti-K, críticos
de lo K, K críticos y recontra-ultra-K. No hace falta decir que todo eso lo
recibí “al modo del recipiente”, como se decía antes. Celebro la existencia de
internet, porque recuerdo cuando viajé otro año fuera del país, por una beca
(1991-1992) que recibía una vez por semana un “resumen semanal” que editaba
Clarín para el exterior. O cuando fui, 6 años después, para el doctorado, que
mi amigo Rycky me mandaba todos los días una selección de noticias, ya por
correo electrónico que –incipientemente- podía leer. En ese sentido puedo decir
que “estaba al tanto”. Y lo celebro,
porque los diarios colombianos (y pude ver también lo mismo en los diarios chilenos,
o peruanos) las noticias argentinas son las que da Clarín y La Nación, y cada
vez que aparecía algo tenía que explicar a alumnos, conocidos o los curas donde
vivía, que había “otra mirada” de esa noticia. Esto que escribo ahora, también
es para ellos. ¿Qué vi al llegar a Buenos Aires?
Algunos datos que son públicos:
Este año Argentina tuvo la mayor venta de autos usados y nuevos
de toda su historia (lo que se ve y vive en el tránsito, que es un caos).
Tocará ampliar calles, avenidas y rutas para tanto auto. Y suspender las dobles
manos que sólo un ingeniero con título comprado puede creer que agiliza el
tráfico vehicular. Y decir que se vendieron autos usados significa que muchos,
pero ¡muchos! pudieron acceder a su primer auto.
La mesa de Enlace puede decir lo
que quiera, pero lo cierto es que la
cosecha 2012-2013 batió su récord histórico (105 millones de toneladas, y eso
significa que batió el record pasado que era la cosecha 2011-2012: 104,3
toneladas).
Al llegar me encontré con “el caso Milani”. Mirando los diarios
veía que los que cuestionaban el ascenso del General eran Clarín y La Nación.
Eso me hizo sospechar. Sin duda que es posible que los datos y archivos de los organismos
de DDHH sean insuficientes. ¡Seguramente lo son! Pero Clarín y Nación se
montaron en eso para dividir los organismos y criticar especialmente al CELS.
Confirme a lo que dijeron varios, creo que hay que investigar con seriedad, y
si Milani estuvo ligado al genocidio, no debe durar ni un segundo más en su
cargo. Pero mirando de dónde viene la campaña, por lo menos sospecho.
En Argentina hay 48 universidades
nacionales, públicas (es decir, del Estado, no privadas), ¡9 de ellas! fueron inauguradas por este Gobierno (el 18,75%).
La feria de ciencia y tecnología,
Tecnópolis, tuvo 100.000 visitantes
el primer fin de semana (13 y 14 de julio).
Y añado a esto, lo que ví:
Conozco a varios curas del grupo de
Curas en la Opción por los Pobres que están en el municipio de Tigre. Conozco
sus críticas demoledoras hacia el intendente en relación a los pobres. Y conozco
3 casos de personas o grupos que ante alguna cosa delicada llamaron a
diferentes medios para hacer una denuncia y en los 3 casos la respuesta fue: “no podemos pasar malas noticias de Tigre”.
Además de un caso que podríamos llamar de “espionaje” a los curas (ubico:
reunión de Massa con los curas del municipio. Cada cura una carpeta, y en
seguida de empezada la reunión les retiran a todos esa carpeta. Uno de los
curas que participó me cuenta que parece que se equivocaron de carpeta porque dentro
había información sobre ellos mismos).
No sé en qué momento hubo un
ataque aéreo sobre Buenos Aires, pero lo cierto es que las avenidas de Quilmes,
Almirante Brown y demás de la zona sur deben haber sido bombardeadas. No hay
otra posibilidad de que estén así si no fue un ataque. Pero a lo mejor tampoco
se pueda hablar mal de la provincia de Buenos Aires por si acaso el “globo
Massa” no funciona como desean, y pretendan –una vez más- a Scioli como plan B.
Hace años en Miramar ocurrió el
llamado “caso Natalia Melmann”; caso que quedó tapado porque –como Candela,
Cabezas, y tantos otros- no eran propiamente casos de “inseguridad” sino casos
de corrupción y violencia por parte de quienes deben garantizar la seguridad.
Nuevamente un caso bien semejante: Laura
Iglesias fue violada y asesinada el 29 de mayo de 2013, en Miramar. Y nada…
¿Se sigue sin dar malas noticias de
Buenos Aires? ¿Tampoco se puede hablar mal de Casal y su política?
Como es habitual, fui a algunos supermercados. En el Carrefour de
Florencio Varela tuve que hacer ¡2 horas! de cola para llegar a la caja. Tanta
era la gente. En el Jumbo de Quilmes, que tiene un estacionamiento gigantesco,
no había lugar para dejar el auto. Y si bien el primero fue los primeros días
de mes, el segundo no lo era. Y es evidente que la gente no compra si no tiene
plata, ¿no?
Y –finalmente- vi algo de TV.
¡Patético! Es llamativa la campaña de los medios dominantes en contra de todo
lo que tenga que ver con el Estado (o la oposición sistemática de la paleo-izquierda): sea contra los Ferrocarriles, aunque
después sea falla humana, y en Canadá o Francia ocurran cosas semejantes; contra
Aerolíneas, aunque después sea una empresa privada la responsable del caos y
pida perdón por escrito (cosa obviada por algunos medios); y hasta contra YPF
que si invierte en el yacimiento de Vaca Muerta y da frutos, solucionaría –al menos
en gran parte- el déficit energético. La cosa es volver a lo privado y condenar
lo estatal. Eso ya lo vi en los 90 con Bernardo Neustadt, lo viví en el
menemismo, y vi cómo “explotó el país” a causa de eso. Claro que unos pocos se
enriquecieron (“casualmente”, los mismos que hoy hacen campaña contra lo
estatal).
Ya escuché de parte de algunos
que parecen “ondas de amor y paz”
hablar de los conflictos que generan tipos como Chávez-Maduro, Correa, Evo,
Cristina. Claro que tipos como Piñera, García-Humala, Uribe-Santos no crean
conflictos con los poderosos (porque el conflicto está, pero para muchos la
falta de salud, de trabajo, el hambre no parecen ser “conflictos”). Y en estos días recordaba el ante-último ministro
de economía de Alfonsín cuando los poderosos lo cercaron y provocaron su caída
(dicen que había un tal Magnetto en esas reuniones). La cosa explotó, y el
ministro Pugliese dijo: “les hablé con el
corazón y me contestaron con el bolsillo”. Parece que para algunos, con pedir
“por favor” debería bastar, porque si no, resulta conflictivo. Porque parece
que el conflicto no es que provoquen corridas bancarias, que escondan el trigo,
o que no hagan inversiones a fin de que no se “caiga el sistema” de Aerolíneas
Argentinas. El conflicto es cuando se
enfrenta a los poderosos, no cuando se pelea por un país más justo y solidario.
Y finalmente un dato: el mayor
gasto del país en el exterior es el energético (petróleo, gas…). Argentina se
autoabastecía hasta que llegaron los “privados” que nos privaron de lo nuestro.
Pero con la debacle, la muerte de las industrias, no había problemas porque no
había consumo energético importante (aunque no está mal recordar los “cortes
programados” durante el alfonsinismo). Ahora bien, si el país está gastando
tanto en energía, ¿eso no quiere decir que es porque algo está andando?
Esto es lo primero que puedo
decir de lo que vi. Claro: estamos en período pre-electoral, y todo eso está
teñido de campaña. Eso también lo sé.
Dibujo tomado de http://www.microsiervos.com/archivo/humor/la-novia-que-era-una-ilusion-optica.html
Hola Eduardo! Bienvenido!!! mi comentario en otra publicación no fue subida, hice algo mal o fue rechazada?
ResponderEliminarGracias!
Floreana