Periodismo “deportivo”
Eduardo de la Serna
Alguna vez he dicho que no
considero “periodistas” a los deportivos. No que no tengan un trabajo digno, no
que no comuniquen, no que no digan la verdad… Eso depende de cada caso, ¡y los
hay variados! [y aprovecho para dar un homenaje a los que se dedican a deportes
con honestidad, o a los honestos relatores deportivos que “pasan” al periodismo
para honrarlo, como es el caso de Victor Hugo]. No me detengo en mirar a los
que se creen –o quieren hacer creer- que hablan en nombre de “la gente” y ellos
saben cuál es “el fútbol que le gusta a la gente”; y tampoco me detengo en los
que afirman que tal o cual jugador esto o aquello. Tengo todavía fresco (hace “solo”
35 años de eso) el rol que jugaron los “periodistas deportivos” en la Dictadura
militar, y los diarios donde estaba prohibido hablar mal de Menotti o de la
Selección (¿eso no era la ideología –dictatorial- por encima de la libertad de
prensa? ¿o se llama “Papel Prensa”?), y tengo claro la influencia de algunos Medios
(y sus “periodistas”) en la compra y venta de jugadores. La patética “campaña” contemporánea de Infonews para “denostar” al mal jugador
el ‘Ogro’ Fabbiani simplemente porque uno de los accionistas mayoritarios del
grupo se casó con Victoria Vanucci, ex de aquel, es un buen (o mejor dicho,
pésimo) ejemplo de esto. Mucho más serio es cuando esto se utiliza para la
compra-venta humana, perdón, de
jugadores. No es difícil imaginar la “inversión publicitaria” de los “representantes”
de los jugadores en tal o cual medio para que “suba el precio” de la mercancía.
Pero no me interesa el “periodismo”
deportivo en este caso, más que para un ejemplo: me resultó y resulta patético
escuchar a los relatores (particularmente de la TV) que no hacen sino hablar y
hablar (para eso les pagan), y más patético aún escuchar las súbitas volteretas
en el aire cuando pasan de un “dominio absoluto
del equipo A”, al “habíamos dicho que
A se desprotegía en defensa” cuando B mete un gol en un contrataque. Eso,
que me resulta un atentado a mi inteligencia, en casos como un partido de
fútbol me resulta menor, particularmente porque no me interesa lo que digan los
fulanos tales. Pero… ¿qué pasa cuando esas volteretas las dan los “periodistas serios”? Cuando en el caso
de Ángeles –por ejemplo- dan la voltereta aérea pasando de “violación” (Alak,
para cuando el registro de violadores) y la inseguridad (Randazzo, ¿cuándo la
policía va a hacer las cosas bien?; o directamente, Cristina, ¿cuándo le van a
pasar el poder de policía a la metropolitana que sabe meter bala como quedó
demostrado con los peligrosísimos delincuentes del Borda?) a anunciar que la
culpa de todo es el portero (¡y que se prepare Santamaría, el jefe de ese
sindicato K!). Porque –y este es el tema- sinceramente estoy harto de escuchar
una “noticia” que en el transcurso de los días no era tal y nunca, ¡nunca!, dicen
“nos equivocamos”, “teníamos mala información”, o cosas por el estilo. Y precisamente
por eso, me toca suponer o que son malos periodistas, o que son “pagados por
los representantes del jugador”, o que son “mercenarios” de la información que
conviene dar, y sigue prohibido hablar mal de Menotti (o de uno que empieza y
termina con las mismas letras).
Foto tomada de http://www.perio.unlp.edu.ar/ciclopmasd/?q=node/99
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