lunes, 17 de junio de 2013

Periodismo "deportivo".


Periodismo “deportivo”


Eduardo de la Serna

Alguna vez he dicho que no considero “periodistas” a los deportivos. No que no tengan un trabajo digno, no que no comuniquen, no que no digan la verdad… Eso depende de cada caso, ¡y los hay variados! [y aprovecho para dar un homenaje a los que se dedican a deportes con honestidad, o a los honestos relatores deportivos que “pasan” al periodismo para honrarlo, como es el caso de Victor Hugo]. No me detengo en mirar a los que se creen –o quieren hacer creer- que hablan en nombre de “la gente” y ellos saben cuál es “el fútbol que le gusta a la gente”; y tampoco me detengo en los que afirman que tal o cual jugador esto o aquello. Tengo todavía fresco (hace “solo” 35 años de eso) el rol que jugaron los “periodistas deportivos” en la Dictadura militar, y los diarios donde estaba prohibido hablar mal de Menotti o de la Selección (¿eso no era la ideología –dictatorial- por encima de la libertad de prensa? ¿o se llama “Papel Prensa”?), y tengo claro la influencia de algunos Medios (y sus “periodistas”) en la compra y venta de jugadores.  La patética “campaña” contemporánea de Infonews para “denostar” al mal jugador el ‘Ogro’ Fabbiani simplemente porque uno de los accionistas mayoritarios del grupo se casó con Victoria Vanucci, ex de aquel, es un buen (o mejor dicho, pésimo) ejemplo de esto. Mucho más serio es cuando esto se utiliza para la compra-venta humana, perdón, de jugadores. No es difícil imaginar la “inversión publicitaria” de los “representantes” de los jugadores en tal o cual medio para que “suba el precio” de la mercancía.

Pero no me interesa el “periodismo” deportivo en este caso, más que para un ejemplo: me resultó y resulta patético escuchar a los relatores (particularmente de la TV) que no hacen sino hablar y hablar (para eso les pagan), y más patético aún escuchar las súbitas volteretas en el aire cuando pasan de un “dominio absoluto del equipo A”, al “habíamos dicho que A se desprotegía en defensa” cuando B mete un gol en un contrataque. Eso, que me resulta un atentado a mi inteligencia, en casos como un partido de fútbol me resulta menor, particularmente porque no me interesa lo que digan los fulanos tales. Pero… ¿qué pasa cuando esas volteretas las dan los “periodistas serios”? Cuando en el caso de Ángeles –por ejemplo- dan la voltereta aérea pasando de “violación” (Alak, para cuando el registro de violadores) y la inseguridad (Randazzo, ¿cuándo la policía va a hacer las cosas bien?; o directamente, Cristina, ¿cuándo le van a pasar el poder de policía a la metropolitana que sabe meter bala como quedó demostrado con los peligrosísimos delincuentes del Borda?) a anunciar que la culpa de todo es el portero (¡y que se prepare Santamaría, el jefe de ese sindicato K!). Porque –y este es el tema- sinceramente estoy harto de escuchar una “noticia” que en el transcurso de los días no era tal y nunca, ¡nunca!, dicen “nos equivocamos”, “teníamos mala información”, o cosas por el estilo. Y precisamente por eso, me toca suponer o que son malos periodistas, o que son “pagados por los representantes del jugador”, o que son “mercenarios” de la información que conviene dar, y sigue prohibido hablar mal de Menotti (o de uno que empieza y termina con las mismas letras).


Foto tomada de http://www.perio.unlp.edu.ar/ciclopmasd/?q=node/99

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