viernes, 23 de enero de 2015

Poniendo paños fríos



Poniendo paños fríos


Eduardo de la Serna



Hay tantas cosas que me resultan extrañas que sólo me queda esperar la claridad que da el tiempo…

  •          ¿Por qué el fiscal pide un arma a un colaborador (desde la que se – ¿el?, ¿otra persona? – dispara el tiro mortal, aparentemente) si tenía armas propias?
  •          ¿Por qué un varón al que le han sido asignados 10 personas de custodia no es recibido en el aeropuerto por algunos de ellos sino por un aparente miembro de los servicios de inteligencia?
  •          ¿Por qué hubo un aparente cambio de la combinación en la puerta de ingreso a su domicilio sin informar del mismo a su madre de modo que ella intentara ingresar por la puerta lateral?
  •          ¿Por qué ocurre un regreso intempestivo de sus vacaciones para presentar ante la justicia (en tan poco tiempo) 289 páginas de un informe al que eminentes juristas calificaron de insustancial?
  •          ¿Por qué la oposición se había negado a que la declaración del fiscal ante el Congreso fuera pública y televisada si era tan “evidente” para ellos la magnitud de la denuncia contra la presidenta? ¿Tiene algo que ver en esto la cercanía de miembros del PRO con personajes mencionados en el mismo? (No olvido que la presidenta de la comisión encargada es Patricia Bullrich, por ahora en el PRO)
  •          Los recientes cambios en la secretaría de inteligencia y los atroces homicidios en la lamentable revista Charlie Hebdo, ¿tuvieron algo que ver en el terrible desenlace? ¿Por qué Lagomarsino afirma que Stiusso le dijo que se cuidara?
  •          El mismo Lagomarsino afirma que Nisman – el sábado, mientras preparaba su intervención en el Congreso – le afirmó estar sorprendido por la repercusión de su denuncia. ¿Era tonto Nisman que no podía imaginar que una denuncia contra la Presidenta y funcionarios iba a tener una enorme repercusión en un año electoral, con una oposición mediocre y desinflada y unos MCS feroces y carniceros? No creo que fuera tonto, ¿entonces?
  •          Si en política, ante hechos de esta naturaleza lo razonable es preguntarse “a quién beneficia y a quién perjudica”, ¿no es algo bastante sensato presuponerlo?
  •          Si la jueza Fabiana Palmaghini tiene una clarísima militancia crítica – hasta lo burdo – al gobierno nacional, y no ha demostrado su eficiencia en el supuesto suicidio de Lourdes Di Natale (¿asomó medio cuerpo al vacío para cortar un cable con un cuchillo de cocina?), ¿no sería razonable que se excusase de participar en un tema tan sensible?

En un año tan complicado por ser año electoral, en un contexto internacional difícil, ¿sería sensato pedir a la oposición y a los medios de comunicación sensatez y serenidad, o el olor de la sangre los obnubila y desencaja?

Escuchar voces de dudosísima actitud democrática no hace sino provocar reacciones no siempre mesuradas. Sería de desear que todos, gobierno y oposición, MCS y gente “de a pie” valoráramos como casi “sagrada” la democracia que tanto nos costó conseguir y pusiéramos paños fríos a los hechos para dejar actuar la investigación, y rechazáramos indubitablemente cualquier actitud antidemocrática (que tan evidentemente asoman sus garras en estos días). 

Hay una muerte que requiere ser clarificada, pero hay opositores, opinólogos, y pseudoperiodistas (o que lo fueron in illo tempore) que parecen más decididos a embarrar la cancha o direccionar las miradas con fines evidentes y carroñeros. Engendros que la patria no merece. Mientras tanto, esperamos.

Foto tomada de salimos.net

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