La voz de los profetas
Eduardo de la Serna
También si se calla el profeta
anda callada la vida;
va callada la esperanza,
va callada la alegría,
van cerrados los caminos
que iluminan la salida,
van andando a ningún lado,
van errantes, van sin guías.
El profeta es la palabra,
Palabra que Dios envía
para decir esas cosas,
esas que nadie diría.
Para denunciar la muerte
-vieja y nueva idolatría-,
culto a esos dioses creados
para justificar la codicia.
Y es una palabra que anuncia
qué camino se camina
cuando en el andar andando
es el reino el que ilumina.
Es el que marca los pasos
de una huella peregrina
que nos revela palabras,
y rebela la injusticia.
Si anda callado el profeta,
la historia anda a la deriva,
porque aunque Dios siga hablando
alguien calla la noticia.
Porque si el profeta calla,
extinguida profecía,
y el Dios que habla a sus amigos
silenciado ¿quién diría?
Y el proyecto en la historia,
a construir todavía,
es escuchar su palabra,
darle riego a la semilla,
porque otro mundo es posible
-y lo insinúa la Biblia-,
pero hay que gritarlo en tejados,
y edificar cada día.
foto tomada de www.ciudadredonda.org
hermosa poesía, que rescata a los profetas, no es que han sido olvidados, sino que están ubicados en pasado y en un pedestal, NO HUMANO, algo así como seres celestiales, alejandolos de una vida real, a la que pertenecemos y no nos permite ver y reconocer a los profetas, que tanto nos dicen hoy ..... y no podemos escuchar
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