¿Un PASO atrás?
Eduardo de la
Serna
Decir que “acepto el resultado de las urnas” es una obviedad, y además, a poca gente
ha de importarle lo que yo sienta o no sienta. El problema sería –es, ¡fue!-
cuando no lo aceptan los que tienen poder para revertirlo. Pero eso no significa que “me alegre el resultado de las urnas”;
cosa que tampoco importa demasiado, pero que me siento con derecho de expresar.
Algunos hablan de “terrible paliza”, aunque no dijeron eso mismo en el 2011; algunos
hablan de desdramatizar (“porque drama
son los bombardeos en plaza de Mayo, los desaparecidos…” acotan), cosa que
relativizaría. Sin duda que en democracia los cambios en uno u otro sentido son
esperables, lo cual no los transforma en deseables. Es evidente que se tarda
mucho menos en demoler una casa que en edificarla, o en soplar un castillo de
naipes que en levantarlo. Tirar abajo todo lo hecho es relativamente “fácil”, levantarlo es difícil. Y cuando
eso “hecho” se dice de lo que es beneficio para los pobres, sea en trabajo, en
salud, en jubilaciones, en AUH, en cloacas y agua, en más escuelas y
universidades, en enfrentamiento con corporaciones poderosas, cuando eso se
puede tirar abajo, entonces sí creo que es
un drama. No es drama perder una elección, o varias. Pero es drama cuando
los que tienen posibilidades de salir triunfantes son los que quieren volver a
las AFJP, volver a endeudar el país, frenar los juicios a los genocidas, insertarnos
en el mundo en relaciones carnales, subir el dólar aunque bajen los sueldos…
Eso es drama porque “el hambre es un
crimen”, es drama porque los genocidas pueden estar sueltos y “mirar para adelante y no para atrás” es
una invitación a la “des-memoria”,
porque los jubilados no recibirían dos aumentos anuales, porque perderíamos la
independencia de pensar y ser como país para ser aquello que “la Embajada” dicta.
Creo que es urgente mirar bien, y del modo
más complexivo posible, los resultados para pensar que más hacer, y que
des-hacer. No es sólo Massa, el candidato del multimedios, ya que en donde no
se presentaba también perdió el oficialismo. Hay muchos lugares donde urge
pensar y cambiar sin que eso implique traicionar. Y de paso me surgen
preguntas: en las elecciones anteriores Florencio Varela y Moreno eran los
municipios más K del Conurbano. Desde 1983 el peronismo ganó siempre. Pero esta
vez, eso se mantuvo en Varela, pero no en Moreno, ¿qué ocurrió? ¿Y en La Rioja,
o Catamarca? ¿Y en Avellaneda?
Creo que el gobierno está a tiempo de revertir
muchas cosas, de corregir y de acentuar. Y sobre todo mejorar su comunicación.
Porque no resulta razonable que la mayoría vote a un candidato que no ha hecho
una sola propuesta seria. El aumento de votos de la izquierda quizás sea un
pequeño síntoma a tener en cuenta. Perón decía que “no hay que darles de qué quejarse”, y se han quejado.
Otro elemento que me parece importante de tener
en cuenta es la cantidad de gente que compite contra el Gobierno y antes estaba
allí. Cobos, Moyano, Prat Gay, Redrado, Massa, Ocaña, Donda, Lusteau, Giustozzi,
etc. Es verdad que a muchos “es mejor perderlos
que encontrarlos”, otros son lisa y llanamente traidores, y en otros casos
ha de deberse a que el gobierno empezó sin militancia ni compañeros y hubo de
recurrir a “lo que hay”, pero también
es algo para pensar. También puede haber resentimientos y caídos del camino que
no es sensato dejar. Obviamente es cierto que hay muchísimos que dejaron sus
cargos y siguen acompañando el proyecto, pero no es sensato exponer flancos.
Sin duda que perder en las PASO y en las
elecciones definitivas con alguien que continuará, o al menos no destruirá
mucho de lo hecho no es lo mismo que perder con alguien que representa todo lo
contrario. También es cierto que se trata de elecciones legislativas, y no
implica necesariamente que el gobierno dará pasos atrás. Pero puede ser indicio
de lo que nos espera en el 2015 si las ametralladoras mediáticas siguen
bombardeando. Y si la “Justicia” (sic) los deja seguir disparando
indiscriminada y monopólicamente. Y ellos sí tiene poder “para revertir”, como
queda demostrado.
Es cierto Sr. De La Serna, comparto absolutamente su reflexión. Gracias por hacerla pública. Saludos
ResponderEliminarComparto también. No será un drama, pero lloro. Es tan difícil construir, tan sencillo destruir. No perdamos la esperanza.
ResponderEliminarBernardita